Ella se encontraba con la mirada vacía en el cielo, rodaban por sus mejillas las lagrimas del dolor, sus pupilas dilatadas en la oscuridad y su mente la llevaba al momento que cruelmente le robaron un beso de sus virginales labios, ¿por qué no dejaron sus labios intactos?, ¿por qué la burla de hacer creer algo que no existía?, ¿por qué tanta crueldad?
Han pasado ya muchos años, son dos décadas al lado de un hombre que amo sin restricciones creyendo ser amada, de esa unión nació la niña más dulce, linda que la vida pudo tener, jamás pido nada más que ser la esposa amada, fiel y correspondida de la misma manera; pero en el largo camino solo hubo violencia, de silencio de parte de él, violencia de gritos e insultos de parte de ella, en el medio esa maravillosa niña que no pidió a ninguno de los dos la vida ni el nacer , cuantas veces habrá pensado con eliminarse, su dolor lo calla y lo cuenta a los amigos que la vida le dio. Hoy ella ya habla dice lo que siente, grita que es un muladar la vida que le dan, él ahora después de años de dolor clava la última estaca al corazón de esa mujer que jamás le pidió nada “YO JAMÁS QUISE NADA CONTIGO”, se volcaba la historia que la madre de él un día le contara, -ay hija recuerdo cuando me case, yo era virgen jamás le quise dar la prueba del amor a tu suegro, porque siempre he dicho que una mujer debe entregarse al hombre que la ama después de estar bendecidos por Dios y el hombre; no sabes cuánto lloré después de esa noche que me dijeron que sería la más linda, cuando termino el acto sexual tomo las sabanas las llevo a su rostro y me dijo solo esto deseaba de ti nada más, pero he pagado muy caro el obtener esto, no sabes lo que te espera al lado mío; ay hija yo pensé que hablaba por hablar...pero los años al lado de él me dijeron que NO. Ahí estaba la misma historia de ese hombre que era padre reflejada en la maldad del hombre que le robo el beso que ella pensó que la amaba...sus lagrimas caían y venían más recuerdos a su memoria.
Intentaba ver algo bueno en todos esos años pero solo había dolor, lágrimas, infidelidad, cárcel, silencio, desprecio, todo era malo entre ellos, no había nada que los uniera, porque él no fue sincero, porque él no la dejo en su mundo, porque él la extrajo de sus sueños, porque, ese porque no lo encontraba. Hoy con los años a cuestas, con la salud quebrantada, con el alma llena de dolor y resentimiento solo miraba al cielo buscando a Dios...ese Dios para que cuidara a su hija a esa hija que él le presto para que educara y guiara que ella en su dolor había maltratado tanto, pensaba con quitarse la vida, pero eso de nada serviría; aun estaban sus padre vivos y dejar a su hija sola le atemorizaba más, no deseaba que un hombre como el que le dio por padre le causara daño tanto o más de lo que ya se le había hecho.
Aun con lagrimas en los ojos las pupilas perdidas recordaba sus ilusiones puestas en un hombre que jamás quiso nada de ella, solo burlarse tomarla y desecharla, no la quiso como parte de su vida, solo la uso como una fachada de un supuesto status familiar, ella jamás fue nada, ella no fue mujer para él como lo decía su familia desde que se unieron en una relación ilegal, nada simplemente ella fue nada en su vida, que contraste de la vida cuando él fue todo, el recuerdo de la cárcel por sus actos, su lucha por mantener firme su nombre, su enfrentamiento a la vida para salir adelante mientras el faltaba, nada valía solo fue una estúpida en su vida, la que uso para demostrar su inocencia...inocencia si era culpable de destrozarle la vida, de haberle vendido falsamente ilusiones que jamás se darían, le dio una hija sin legalidad, tantos años sin amor, sin respeto, porque aun se cree joven, porque aun cree que el mundo es suyo cuando ya no queda nada para ella, hoy recién le grito “yo jamás quise nada contigo”....-se vino al recuero la carta que una vez recibiera, -“encontrado a la mujer de mi vida”...lloro por la amarga y cruel confesión...
Hoy en ese momento entendía que no debió volver a creer en sus palabras de amor, como pudo olvidar esa frase, como pudo borrar de su mente que ella no era la mujer de su vida, gran error que cometió, hoy en la noche oscura y fría mirando el firmamento nublado por el invierno frío y húmedo como el corazón del hombre al que le entregará su virginidad total, su vida, su amor, no valía nada. Gritaba al cielo que le enviara la muerte, porque ya muerte en vida estaba, pero la cordura venia en su búsqueda y le decía tienes que avanzar la caída duele pero pronto pasara tienes aun a tus padre y a la hija que es tu alegría, ese hombre no valía nada ahora ella lo sabía. Pero era tan cruel que no deseaba irse de su vida, se quedaba para torturarla, solo quedaba matarlo....si matarlo, ser una mujer capaz de liquidarlo como él la elimino en vida, pero resultaría tan fácil porque con su muerte terminaría el dolor de ella y él se iría a un mundo sin pagar lo hecho...NO eso no era lo que se debía hacer, quedaba el amor de su hija que sería su bastón de hoy en adelante, solo ese amor puro quedaba. No deseaba más amor de hombre en su vida, había ese cruel hombre matado todo el amor de mujer, la pasión existente, tan solo quedaba un gran vacío en su vida...volver amar sería imposible porque sabía que volvería sufrir igual o peor de lo vivido, su recuerdo la llevaba a una copla de una canción tantas veces escuchada –no me volveré a enamorar por el temor que me toque otro igual que tu-; ahora debería buscar el amor para sí, ese amor que tiene y siente por la belleza de la vida, decidió tomar el camino que la llevaba al sur donde el frío congelaba los malos recuerdos vividos, pero donde el abrigo de sus ideales la llevarían a surgir como la mujer que era, esa mujer bella, inteligente, deseable, pero ahora solo sería para ella, no compartiría más con un ser vil como él.
Maldito cómo pudiste romper el cristal de las ilusiones decía, como deshiciste en mi vida mis sueños de tener una familia constituida por la ley de Dios y del hombre...tan estúpida he sido que espere tanto tiempo para ser la esposa del único ser que amado...cruel es la vida todo está ya cobrado, las lagrimas caídas en las manos de Dios como gotas de rocío no rodarían fuera, pero solo ahora quedaba orar para que la niña hermosa nacida del desamor de ese hombre no sufriera como él había hecho con esa doncella de sueños de cristal. Se levantaba la noche fría y oscura un amanecer le esperaba, en ese día ya solo estaba, debería empezar a olvidar el amor que sentía por ese cruel hombre que tanto daño ocasiono en su vida, ella ya había pagado las lagrimas de su madre, había sido la victima del verdugo que cobro con intereses la falta de hombría que tuviera su padre para con su madre, él ahora estaba vengado, ella simplemente lloraba, el dolor se iría, la alegría volvería a reinar su vida, esa alegría era su hija tan amada, tan maltratada por su dolor que sentía, pero ahora lo entendía esa niña no era de ese cruel hombre, tan solo era de ella. Se levanto en la noche fría y humedad se dirigió a su cama donde tibiamente dormía la única razón de su vida de hoy en adelante...su princesa.
Ireth Isildr, 31/05/11; 13.38.
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